jueves, 20 de septiembre de 2012

CATEQUESIS MISTAGOGICA VIII



Comunión
El cuerpo de Cristo…
La sangre de Cristo…
 Amén.
 Después de comulgar el que preside y los demás ministros del altar, los fieles se acercan al altar para recibir las especies eucarísticas. Comemos el verdadero cuerpo del Señor haciéndonos uno con Él. El amén es una clara confesión de fe Cristo resucitado es el alimento de nuestra vida.

Mientras se comulga, el canto de comunión expresa la unión espiritual y la alegría de los que van avanzando procesionalmente hacia el altar.


 Oración después
de la Comunión

Después de la comunión tiene lugar la purificación de las manos y de los vasos sagrados. Después de un momento de reposo y oración, para la interiorización y la prolongación contemplativa del misterio celebrado, el que preside ruega para que se obtengan sus frutos.  El pueblo responde amén.

Rito de Conclusión

Saludo y bendición final

Antes de enviar a sus discípulos a testimoniar su resurrección, Cristo levantó las manos y los bendijo. Esto mismo hace el sacerdote: bendice a los fieles trazando sobre ellos la señal de la cruz e invocando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Concluida la celebración el que preside besa el altar y se retira junto con sus ministros.


Con esta entrada, hemos culminado la catequesis mistagógica queridos lectores, espero que se haya comprendido un poco más el misterio que celebramos día a día, el misterio del amor. Gracias por sus comentarios, eso nos ayuda a ir aclarando nuestras dudas. 

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