jueves, 27 de septiembre de 2012

EL CANTO EN LA LITURGIA




    Después de varios jueves dando la catequesis mistagógica sobre la Misa, al terminar me quedé pensando sobre otro tema que nos pueda ayudar a todos para vivir mejor la Santa Misa, y tomando en cuenta los comentarios sobre la catequesis mistagógica I, trataré de explicar la importancia de la música en la Liturgia. Aclaro que no  soy músico, aceptaré todas las correcciones posibles sobre el tema, que Dios nos ayude en esta formación.

      Comenzamos citando las palabras del Papa Benedicto XI, en su exhortación, Sacramentum Caritatis, recordando que en la liturgia resplandece el Misterio Pascual, mediante el cual Cristo mismo nos atrae hacia sí y nos llama a la comunión.  También citando el mismo documento, al referirse del ars celebrandi, recuerda que el canto desempeña un papel importante y resalta que en la liturgia no sirve cualquier canto, evitando por tanto las improvisaciones o la introducción de géneros musicales no respetuosos del sentido de la liturgia.  Como elemento litúrgico, el canto debe estar en consonancia con la identidad propia de la celebración.

   Teniendo como premisas las anteriores disposiciones presentadas por Benedicto XVI, y teniendo también presente la realidad sobre este tema (el canto en las celebraciones litúrgicas en nuestros pueblos), la necesidad que tienen los directores de “coros” o encargados de acompañar con los cantos  los ritos litúrgicos, consideramos, con estas pocas páginas, poder presentar a aquellos que realizan la función de guía de coros, un material que sea de utilidad para poder conocer elementos esenciales de la música, el canto, principios litúrgicos etc.
     
     También se pretende en estas entradas, poner en orden, lo que muchos libros presentan sistematizado a nivel muy superior para nuestra realidad eclesial diocesana (poca o nula formación litúrgica, musical y sobre lo referente al canto sagrado, necesidad, que se ha podido experimentar al entrar en contacto con los diferentes grupos “corales” o “ministerios de alabanza”, como son conocidos en nuestro medio.

     Se hace también énfasis en la renovación litúrgica que ha traído el Concilio Vaticano II, que nos llama a una participación de toda la asamblea reunida en el canto y no limitarnos a dejar el canto o reducirlo sólo como función del coro.  


 

2 comentarios:

  1. Interesantisimo articulo. En Colombia lo han leido, recomendado y utilizado. Animo al autor universal.

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